Los españoles deben todavía 520.074 millones de euros a las entidades de crédito por los préstamos hipotecarios que aún siguen vivos. Pero son 136.780 millones menos que en 2010, cuando se alcanzó el récord histórico. Parece que la mejora en la economía y el empleo está permitiendo a las familias destinar parte de su renta disponible a reducir su endeudamiento. En concreto, en el tema inmobiliario, los hogares amortizaron más importe de sus préstamos hipotecarios del que firmaron en nuevas operaciones.

Según los últimos datos del Banco de España, en 2017 los españoles redujeron el importe del saldo vivo (lo que queda por pagar) de los préstamos hipotecarios en 13.033 millones de euros, a pesar de haber contratado nuevas hipotecas por valor de 38.862 millones. En el pasado ejercicio, por tanto, los españoles devolvieron a las entidades financieras 51.895 millones de euros de sus deudas por la compra de sus viviendas.

Según el Banco de España, en 2017 se concedieron a familias e instituciones sin ánimo de lucro un total de 38.862 millones de euros en nuevos préstamos hipotecarios, lo que supone un incremento del 3,65% sobre el ejercicio precedente (37.496 millones).

El mercado suma así, su cuarto año consecutivo de crecimiento desde que tocara suelo en 2013, año en el que apenas se concedieron hipotecas por importe de 21.853 millones de euros. Entre ambos datos hay una crecimiento del 77,83%, pero hay que tener en cuenta que en el año 2008 el importe de las hipotecas concedidas fue más del doble (83.322 millones).

En agosto de 2017, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de hipotecas firmadas sobre vivienda inscritas en los registros de la propiedad se disparó un 29,7% en relación con el mismo mes del año anterior. En septiembre, se moderó hasta el 9,2%; en octubre, hasta el 8,2% y en noviembre, último datos publicado por el INE, hasta el 3,7%.

El año 2017 pasa a ser el año en el que se consagraron las hipotecas a tipo fijo y porque el euribor marcara su mínimo histórico. Según los avances recogidos por las principales entidades financieras, una de cada cuatro nuevos préstamos hipotecarios se ha firmado a tipo fijo. Hace sólo dos años, alrededor de un 93% de las nuevas operaciones se concedían a tipo variable, referenciadas al euribor.

Este cambio de tendencia tiene su explicación porque los bajos tipos de interés actuales han reducido a mínimos el margen de intereses de las entidades financieras (la diferencia entre lo que cobran por el dinero que conceden en créditos y préstamos y lo que pagan por los depósitos de los clientes). Esto ha obligado a los bancos a fomentar este tipo de hipotecas en las que el cliente sabe cuánto va a pagar mensualmente a los largo de todo el periodo de amortización del préstamo. La otra cara es que todos los analistas dan por descontado que 2018 será el último año con un precio del dinero tan barato.

España es el octavo mercado hipotecario del mundo, con un saldo vivo por encima del medio billón de euros, por encima de Italia o Francia. Los dos principales mercados hipotecarios del mundo son EE UU y Japón. En Europa lideran la lista Reino Unido y Alemania.