Como cada año desde que la OMS lo instaurara en 1986, se celebra el Día Mundial sin Tabaco, que pretende resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir ese consumo.

Esta edición gira en torno al llamamiento que realiza la OMS a todos los países del mundo, centrando su campaña en  «el tabaco y la salud pulmonar», destacando dos aspectos fundamentales:

las consecuencias negativas para la salud pulmonar de las personas que tiene el tabaco, que van desde el cáncer hasta enfermedades respiratorias crónicas; y
el papel fundamental que desempeñan los pulmones para la salud y el bienestar de todas las personas.
La campaña también sirve como un llamamiento a la acción, ya que en ella se aboga por políticas eficaces para reducir el consumo de tabaco y se implica a las partes interesadas de múltiples sectores en las actividades de control del tabaco.

La medida más eficaz para mejorar la salud pulmonar es reducir el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno. Sin embargo, en algunos países, el conocimiento entre amplios sectores del público en general y, en particular, entre los fumadores sobre las consecuencias del tabaquismo y de la exposición al humo de tabaco ajeno para la salud pulmonar de las personas es escaso. A pesar de las sólidas pruebas de los daños del tabaco para la salud pulmonar, el potencial del control del tabaco para mejorar la salud pulmonar sigue siendo subestimado.

La campaña del Día Mundial Sin Tabaco 2019 servirá para concienciar sobre:

  • los riesgos que suponen el tabaquismo y la exposición al humo de tabaco ajeno;
  • los peligros particulares del tabaquismo para la salud pulmonar;
  • la carga de letalidad y morbilidad a nivel mundial de las enfermedades pulmonares causadas por el tabaco, incluidas las enfermedades respiratorias crónicas y el cáncer de pulmón;
  • las nuevas pruebas sobre la relación entre el tabaquismo y las muertes por tuberculosis;
  • los efectos de la exposición al humo de tabaco ajeno sobre la salud pulmonar de las personas de todos los grupos de edad;
  • la importancia de la salud pulmonar para lograr la salud y el bienestar a nivel general;
  • acciones y medidas viables que los destinatarios clave, incluidos los gobiernos y la opinión pública, pueden adoptar para reducir los riesgos que plantea el tabaco para la salud pulmonar.

En cualquier caso, desde la Unión de Consumidores apostamos por seguir trabajando para concienciar a la sociedad de los peligros del tabaco, porque si no actuamos, la epidemia matará a más de 8 millones de personas al año de aquí a 2030, 800.000 de los cuales serán no fumadores que morirán por respirar humo ajeno. Pero queremos hacerlo en un sentido positivo, para recordar los beneficios que tiene el abandono del hábito de fumar:

A los 20 minutos: la presión sanguínea y el ritmo cardíaco tienden a normalizarse.
A las 8 horas: la cantidad de nicotina y de monóxido de carbono contenidos en la sangre disminuye a la mitad. La cantidad de oxígeno que puede transportar la sangre tiende a normalizarse.
A las 24 horas: el monóxido de carbono, residuo del humo del cigarrillo, casi ha desaparecido de nuestro cuerpo. Los pulmones comienzan a «limpiarse» eliminando mucus y restos de humo.
A las 48 horas: el cuerpo ha eliminado completamente los restos de nicotina y se siente una gran mejora en el olfato y el gusto.
A las 72 horas: se siente una mejora en la capacidad respiratoria y pulmonar.
2 a 12 semanas: se produce una importante mejora en el funcionamiento del sistema circulatorio. Aumenta la sensación de bienestar.
3 a 9 meses: desaparece la tos crónica que acompañó nuestra vida de fumadores. Para este momento la capacidad respiratoria aumenta por lo menos en un 10%.
5 años: la posibilidad de tener una crisis cardíaca es dos veces menor que la de un fumador.
10 años: la posibilidad de tener una crisis cardíaca es la misma que la de un no fumador. El riesgo de tener cáncer de pulmón es dos veces menor que la de un fumador.

NOTA PRENSA UCE