El Ayuntamiento de Oliva de la Frontera, ante la situación de crisis sanitaria en la que estamos inmersos, ha decidido no abrir esta temporada la piscina municipal. Una decisión que se alinea con el resto de municipios que forman la Mancomunidad Integral Sierra Suroeste y que también han tomado otras localidades y mancomunidades de toda Extremadura. Se trata de una medida difícil, pero irremediable, debido a la necesidad de reducir al máximo la posibilidad de contagios y nuevos rebrotes del coronavirus.
Continúan existiendo muchas dudas, incluso para las autoridades sanitarias y para los expertos, sobre la expansión y contagio del Covid-19, por lo que resulta extremadamente necesario implementar medidas de seguridad que disminuyan la transmisión del mismo. Estas dudas vienen porque estamos ante un virus completamente desconocido y que reacciona de formas muy diferentes. Una de las dudas más planteadas recientemente, es su comportamiento en contacto con el agua o en lugares con humedad, como pueden ser las piscinas, este es uno de los motivos principales por la que se toma esta decisión.
Por otro lado, hay que añadir las medidas de distanciamiento y aforo que habría que cumplir en esos espacios públicos, cuestión que hace muy compleja que se pudieran abrir las instalaciones en las actuales circunstancias.
Además, nuestra comarca se encuentra ubicada en una zona fronteriza con la vecina Portugal y con la comunidad autónoma de Andalucía, por lo tanto, un sitio muy de paso para personas que se desplazan a las playas de Huelva o la zona de Alqueva. También se debe tener en cuenta que nuestra localidad recibe numerosas personas de fuera, sobre todo en el periodo estival.
Por todo lo anteriormente expuesto, y anteponiendo la seguridad y salud de la ciudadanía, la piscina municipal de Oliva de la Frontera permanecerá cerrada al público durante la temporada de verano 2020.