La conservación del milano real también impulsa la recuperación del entorno natural en Oliva de la Frontera y Valencia del Mombuey.

Los proyectos de conservación de fauna, como el refuerzo de poblaciones silvestres, no solo benefician a las especies protagonistas. También generan impactos positivos en todo el ecosistema en el que se desarrollan.

En el marco del proyecto LIFE Eurokite, se está llevando a cabo una acción de refuerzo de la población de milano real en el suroeste de España. Esta iniciativa busca recuperar una especie emblemática, pero también está permitiendo mejorar los hábitats en los que se liberan los ejemplares.

Una de las actuaciones más destacadas se realiza en los términos municipales de Oliva de la Frontera y Valencia del Mombuey, concretamente en el arroyo Zaos. Allí, la vegetación de ribera está muy degradada, con escasos arbustos y sin árboles. Para revertir esta situación, AMUS, con el apoyo de ENDESA, está plantando 400 árboles a lo largo del arroyo, con el objetivo de restaurar el hábitat del milano real y favorecer su reproducción y descanso.

Pero los beneficios van más allá de esta especie. La recuperación del bosque de ribera contribuye a mejorar la calidad del agua, conservar el suelo, capturar carbono y crear refugios para muchas otras especies silvestres, como paseriformes, rapaces nocturnas y diurnas, e insectos.

Además de la restauración del entorno natural, el proyecto LIFE Eurokite incluye otras medidas en la zona como la corrección de tendidos eléctricos peligrosos, el aumento de la disponibilidad de alimento y el refuerzo de la vigilancia ambiental.

Este trabajo conjunto demuestra cómo la conservación de una especie amenazada puede convertirse en una oportunidad para proteger y recuperar todo un ecosistema.